Reseña película: Interestelar











 
Título: Interstellar.
Director: Cristopher Nolan.
Tipo: Misterio y ciencia ficción.
Duración: 2h 49min.




Sinopsis
En un planeta Tierra del futuro la única vida posible es la agricultura, pero vemos un punto en el que está a punto de extinguirse. El viudo Joseph Cooper (Mathew McConaughey) vive con su hija, su hijo y su suegro. Su hija está convencida de que tiene un poltergeist en su habitación, pero dicha confirmación es negada cuando su padre se fija en que la gravedad forma parte del asunto.
A raíz de eso llegan a unas instalaciones de la NASA, donde Joseph es enviado a una expedición por el espacio junto con Amelia Brand (Anne Hathaway) y dos tripulantes más. Su propósito, seleccionar uno de los doce planetas donde sea posible el hábitat humano para trasladar la humanidad allí.

Opinión
Empezaré diciendo que me ha dejado temblando y con el corazón encogido.
¿La música? Increíble. ¿Los efectos? Una pasada. ¿La interpretación? Inmejorable.
Es cierto que la película es larga, pero se hace muy amena. Ha tenido momentos de miedo, momentos lentos, momentos de acción... Incluso ha tenido un momento de shock en la parte en la que tenían que aterrizar en un planeta en el que, por cada hora en él, en la Tierra pasaban catorce años.
Es una película que te deja con el corazón en el puño por la interpretación de la niña de diez años negándose a la partida de su padre, y la desesperación de ese padre por intentar comunicarse con su hija y consigo mismo en el futuro.
Podemos hablar de las curiosidades de la película, como que los actores fueron filmados en un espacio interactivo. Eso quiere decir que la mayoría de las escenas no están hechas por ordenador, sino que ocurrieron en una plataforma muy, muy grande en la que se podía experimentar de verdad la naturaleza.
Otra curiosidad es el formato de cámaras que se utilizó: 15/70 milímetros IMAX. Para aclararlo, eso quiere decir que la película acabó pesando 800 terabytes, lo que se resume en 100 horas de renderización de vídeo.
 También se plantaron un montón de hectarias de maíz
para, al final, grabar cómo se quemaban. Supongo que luego
aprovecharon las palomitas.
 
La música ha sido otro puntazo. Vuelvo a poner de nuevo el ejemplo del planeta en las que el tiempo transcurría más despacio: había un momento de tranquilidad en el que no se escuchaba nada fuera de la nave pero, mientras tanto, se escuchaba de fondo un "tic, tac" que te ponía la piel de gallina. Y con el resto de la música igual, guardando silencio en los momentos en el espacio exterior y sonido a tope cuando se rompió el casco de astronauta.
Una película que nadie que se llame cinéfilo se puede perder.

Frase
"–Han pasado veintitres años, cuatro meses y ocho días."

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